Es la Bolsa de Valores de los es un casino

No. A simple vista y para quienes no se iniciaron en el mundo de las inversiones, la Bolsa de Valores de Estados Unidos se comporta como un juego del casino. Esta imagen errada que proyecta la Bolsa en la mente del público general es simplemente producto de la desinformación.

A continuación le explicaremos qué es una Bolsa de Valores y por qué el público general piensa que la Bolsa es un casino. Léala bien

Una Bolsa de Valores (Stock Exchange) es un lugar físico que provee las facilidades para que los corredores de Bolsa (stock brokers), comerciantes (traders) e inversores (investors) se reúnan a negociar activos financieros. Un activo financiero es un documento legal que representa una inversión o derecho económico para quien está entregando el dinero y el mecanismo de financiación para quien lo está emitiendo.

Las Bolsas de Valores son compañías privadas compuestas por un grupo de miembros, donde cada uno tiene un puesto (seat). Los puestos pueden ser comprados y vendidos por individuos particulares o compañías. Algunos miembros pueden tener más de uno debido al alto volumen de negocios que manejan diariamente. Por ejemplo, la Bolsa de Valores de Nueva Cork tiene unos 1,366 puestos que están repartidos entre 500 miembros.

Básicamente, una Bolsa de Valores opera de la misma forma que un negocio convencional. Los dueños, que son sus miembros, tienen derecho a voto para elegir una junta de directores y esta, a su vez, escoge a un director que contrata empleados y establece las políticas regulatorias que gobiernan el diario vivir de la Bolsa.

A pesar de que las Bolsas de Valores son privadas, el gobierno de los Estados Unidos mantiene unas políticas regulatorias muy estrictas en cuanto a la comercialización de los activos financieros en los mercados. Son supervisadas por la Security and Exchange Comisión (SEC), creada bajo la Security Exchange Act en 1934.

La SEC fue establecida por el gobierno como mecanismo de control para proteger a los inversores individuales y a los inversores institucionales de posibles fraudes y abusos que se pudieran cometer en los mercados financieros.

En conclusión podemos ver que la Bolsa de Valores es un mercado como cualquier otro, con la diferencia de que los productos negociados son activos financieros.

La razón principal que la Bolsa parezca un casino es debido a que mucha gente no invierte, sino que especula, que es lo mismo que apostar. La difusión popular de la imagen de la Bolsa de Valores de los Estados Unidos como una especie de casino se debe a que diariamente, a través de los periódicos, de la televisión y demás medios de comunicación, se difunden las noticias que acontecen fuera y dentro de los mercados financieros de una manera sensacionalista. Esto da lugar a que miles de personas tomen sus decisiones de inversión basándose en informaciones poco confiables, producidas por los diferentes pronósticos de los distintos analistas financieros (que la mayoría de las veces se contradicen unos con otros) y por el flujo de noticias sobre las empresas que cotizan sus valores en la Bolsa. Todo este flujo de información provoca la fluctuación en los precios de los activos financieros que se negocian diariamente. Estas fluctuaciones de manera constante e impredecible es lo que proyecta la imagen de juego de casino que existe en la mente del público general.

La fluctuación constante en los precios de los activos financieros diariamente en la Bolsa es debido a dos fuerzas que ejercen presión constantemente: la oferta y la demanda.

El término oferta se refiere la cantidad de personas que quiere vender y la demanda a los que quieren comprar. Si en un momento dado, en el mercado se encuentran más personas dispuestas a comprar que a vender, la tendencia en el precio sería al alza. Lo contrario ocurre cuando existen más personas dispuestas a vender que a comprar, la tendencia de los precios sería la baja.

Entender el significado de los términos oferta y demanda es relativamente fácil. Lo que es un poco complicado es el porqué de las preferencias. No se sabe a ciencia cierta, qué es lo que provoca que las personas elijan algunas acciones sobre otras. Para explicar este fenómeno existe una teoría ampliamente aceptada que indica que el sentimiento de valor que les dan los participantes del mercado a las acciones es lo que realmente determina que la oferta y la demanda se desequilibren, por lo tanto, los precios fluctúen.

En conclusión, todo lo expuesto anteriormente sobre la fluctuación en los precios de las acciones nos conduce a la siguiente afirmación:

Para invertir en la Bolsa sin ser presa de las fluctuaciones que se presentan a corto plazo en los precios de las acciones, debemos de invertir desde una perspectiva empresarial. La inversión con perspectiva empresarial es cuando el inversor entiende que una acción representa la propiedad parcial o total de un negocio, por lo tanto, sus decisiones de inversión no se basan ni en tendencias, ni en suposiciones sobre la dirección que tendrán los mercados o la economía en general.

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