Fuente: www.inversorglobal.com.ar
Si decide convertirse en un trader, usted puede trabajar desde su casa sin jefes, horarios y tediosos y calurosos viajes al microcentro. Claro que antes tiene que sortear la “barrera a la entrada” que toda profesión requiere. En este caso, no es tan visible como en las profesiones tradicionales. Veremos a continuación cómo juegan las emociones en la vida de un operador de mercado y algunos consejos para tener éxito en esta apasionante tarea.
Por Nicolás Litvinoff.
En los Wokshops y cursos regulares que doy en Inversor Global, he notado un interés creciente por parte de los inversores en mi experiencia y el conocimiento que poseo sobre el trading intradiario de acciones. Eso no me sorprende. Con las ventajas que ofrece esta profesión y la facilidad que brindan los avances de Internet para abrir una cuenta en un broker online de los Estados Unidos, cada vez son más los inversores que deciden comenzar a dedicarse a esto con profesionalismo y seriedad.
Un operador moderno es aquella persona que trabaja en forma independiente desde la computadora de su casa, comprando y vendiendo acciones, opciones o monedas, manejando dinero propio o de terceros, en busca de tasas de rentabilidad que excedan el 10% mensual. No hay jefes, no hay calurosos viajes al microcentro, los horarios pueden manejarse a piacere y se gana mucho dinero…un sueño hecho realidad.
A esta altura, muchos se estarán preguntando ¿Puedo convertirme en un daytrader? ¿A quién hay que matar? ¿Dónde está la trampa? La verdad es que la respuesta, como siempre, está en el lugar menos esperado.
Toda profesión redituable tiene “barreras a la entrada”. Si quiero ser abogado o administrador de empresas, debo estudiar al menos cinco años la carrera, rendir los exámenes, hacer pasantías, capacitarme en un terreno práctico, etc. Así, ocurre en cualquier profesión.
Para ser un trader, la barrera no pasa tanto por la capacitación. Existe una infinidad de cursos como los que se dan en el Centro de Capacitación de Inversor Global o en otros institutos, e incluso un sinfín de información en la web con respecto al tema, que le permiten capacitarse sin inconvenientes.
Luego de aprender las herramientas básicas (no debería llevarle más de seis meses), se está listo para “salir a la cancha”, es decir, comenzar a operar con pequeñas sumas de dinero o bien realizar operaciones virtuales de entrenamiento.
Para cumplir con esta primera fase, sólo se requiere dedicación, sinceros deseos de aprender y un fuerte interés en el tema. Pero entonces ¿cuál es la barrera? ¿No suena todo demasiado bueno para ser real?
Las emociones del Trader.
El miedo a perder dinero, la codicia y la impaciencia son las emociones más comunes a la hora de poner en juego los ahorros propios o de terceros, y la forma en la cuál uno se relaciona con esto puede ser la diferencia entre el éxito o el fracaso del trading. Básicamente, existen tres formas de acercarse totalmente distintas para los operadores:
1) Hay que dejarse llevar por el instinto y operar según lo que uno sienta.
2) Hay que darle importancia a las emociones y operar exactamente de la manera contraria: si tengo miedo compro y si experimento seguridad y codicia vendo.
3) No hay que dejarse llevar por las emociones.
Mi experiencia personal muestra que todo inversor que comienza a dar sus primeros pasos como daytrader debe necesariamente optar por la tercera opción.
Dejarse llevar por los sentimientos: ¿Tiene sentimientos o ellos me tienen a mí?
Los que están en el mercado operando desde hace mucho tiempo, saben algo que muy pocos se animan a discutir: el mercado es maniaco-depresivo. ¿Qué quiere decir esto? Que un día puede estar eufórico sin ningún motivo aparente y que, al día siguiente, puede estar totalmente deprimido, también sin razón alguna.
Subas del 2% diarias en los principales índices bursátiles pueden tranquilamente ser acompañadas de bajas de mayor magnitud al día siguiente, y noticias que antes eran tomadas con gran entusiasmo luego pueden generar desconfianza.
En medio de esta ciclotimia que son las bolsas mundiales en la actualidad, dejarse llevar por los sentimientos puede ser muy peligroso para el inversor, sea principiante o avanzado. En junio pasado todo era euforia y el mercado americano alcanzaba nuevos máximos todos los tiempos y los inversores novatos salían a comprar todo los títulos que encontraban en la plaza.
Tan solo un mes después explotó el tema de las hipotecas que sigue golpeando aún hoy en el precio de las acciones. Todo se derrumbó velozmente y billones de dólares se evaporaron. Estos cambios repentinos de humor en el mercado son moneda corriente, y dejarse llevar por los sentimientos que despiertan es poco menos que suicida.
Operar de manera contraría a la manada: ¿Quiere ser George Soros?
Este famoso inversor dice que esta es la táctica que utiliza: da por sentado que los mercados siempre se equivocan. Con lo cuál, si se quiere ganar dinero, sólo tiene que hacer lo contrario: comprar cuando todos venden y vender cuando todos comprar.
Pero ¿usted es como George Soros? ¿Maneja un fondo de trillones de dólares que puede hacer saltar los bancos centrales de varios países no desarrollados? ¿Tiene su experiencia y su “piel” con el mercado? Me atrevo a ponerlo en duda.
Nadar en contra de la corriente puede ser muy peligroso, hace falta tener mucha valentía y seguridad en lo que se está haciendo. Así y todo, muchas veces se corre el riesgo de ser “limpiado” por el mercado, si el tiempo que tarda en darse cuenta de su error excede lo que puede aguantar en función de su reserva de capital. Como se ve, una opción no apta para cardíacos.
Dejar las emociones de lado: Sea más técnicos y menos emocional.
En el mercado no hay un solo camino que conduce al éxito, se puede llegar a él de una infinidad de maneras distintas, dada la multiplicidad de variables que intervienen. En mi caso particular, aprendí con el tiempo que las operaciones que mejor me salían eran aquellas en las que dejaba los sentimientos de lado.
¿Cómo se puede hacer para aislarse de los sentimientos, habida cuenta de que uno vive rodeado de noticias, comentarios de colegas, periódicos, etc.? Es posible asilarse de los sentimientos siendo lo más técnico posible, aprendiendo sobre Análisis Técnico y sus principales indicadores y osciladores.
De esta manera, las herramientas de esta corriente le dicen en qué momento comprar o vender, independientemente de la locura reinante. Se trata de trazar puntos técnicos de entrada o de salida en momentos de frialdad (ideal realizar los estudios cuando el mercado está cerrado y no durante la rueda de operaciones) y luego respetar, en momentos de tensión y nerviosismo, el plan ideado.
Operar mediante el análisis técnico le da más sustento a las operaciones y uno gana en la seguridad necesaria para capear la tormenta o surfear las olas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario