La incertidumbre que generan las economías emergentes, con China e India a la cabeza, atenaza a Wall Street. Tanta es la desazón de los inversores que ni los datos macro ni las cuentas empresariales, por encima en ambos casos de las previsiones, inspiran la suficiente confianza para salir de compras.
Aunque los analistas de Wall Street siguen apostando por una tendencia alcista del mercado los inversores están demostrando en las últimas semanas que los viejos reclamos para salir de compras ya no bastan. En trimestres anteriores la publicación de unos resultados empresariales mejores de lo previsto invitaban a apostar por los números verdes. Lo mismo sucedía en Wall Street cuando el Gobierno daba a conocer datos macroeconómicos mejores de lo que esperaba el parqué. Ahora estos dos motivos arecen insuficientes para tomar nuevas posiciones y la culpa la tiene el miedo a los países emergentes.
Inversores y mercados saben que las grandes empresas norteamericanas que operan en mercados extranjeros engordan sus cuentas en gran parte gracias al boom de países como China, India o Brasil. El hecho de que las dos primeras estén sometidas a unas elevadas presiones inflacionistas y la posibilidad de que su capacidad de crecimiento merme preocupa en la bolsa neoyorquina. Wall Street sabe que el ritmo de crecimiento de estos países influirá en los márgenes de beneficio de muchas empresas estadounidenses, una amenaza que pesa demasiado entre los inversores.
La reunión de mañana de la Reserva Federal (Fed) podía templar los nervios de Wall Street, que también espera impaciente el discurso que dará hoy el presidente, Barack Obama, sobre el Estado de la Unión.
A pesar de que hoy las noticias llegadas desde el plano macroeconómico invitan al optimismo –la confianza del consumidor ha batido previsiones, situándose en máximos de mayo de 2010-, en Wall Street optan por la prudencia y se impone la recogida de beneficios. En el ecuador de la sesión el Dow Jones de industriales se deja un 0,4%, hasta 11.934 puntos, mientras que el selectivo Standard & Poor´s 500 recorta un 0,4%, hasta 1.286 puntos. El índice tecnológico Nasdaq Composite cae un 0,37%, hasta 2.707 puntos.
El miedo de los inversores les impide sacar algún provecho al repunte hasta 60,6 puntos que ha registrado la confianza del consumidor en enero. El dato mejora las expectativas de los analistas. En la otra cara de la monea el mercado inmobiliario ha vuelto a dar síntomas de debilidad en noviembre. En ese periodo el precio de la vivienda en las 20 principales ciudades de EEUU se redujo un 1%, frente al recorte del 0,9% previsto.
Empresas
En el plano empresarial hoy Wall Street vive un verdadero
aluvión de resultados. Cinco empresas del Dow Jones se han confesado y en todos los casos las cifras han cumplido con las expectativas, lo que no quita que dos de ellas sufran el castigo de los inversores. La peor parada es 3M (-2,12%), y eso que cerró el cuatro trimestre con un bpa de 1,28 dólares –las previsiones eran de 1,27 dólares- y un alza del 10% en sus ventas. En rojo se mueven los títulos de Johnson & Johnson (-1,7%) tras anunciar un bpa de 1,03 dólares, en sintonía con las expectativas de los analistas. Las ventas, no obstante, fueron inferiores a lo previsto.
En la otra cara de la moneda Verizon (+1,88%), Travelers (+2%) y DuPont (+0,6%) reciben el respaldo de Wall Street. La operadora de telefonía cerró el cuatro triemstre con un bpa de 54 centavos, una mejora del 90 en su beneficio y unas ventas de 26.390 millones de dólares, un 2,6% menos. Travelers, por su parte, ha obtenido beneficios récord gracias a unos niveles de pérdidas menores de lo habitual, mientras que DuPont batió previsiones con un bpa de 50 centavos, frente a los 31 que esperaba el mercado.
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