El crack de Wall Sreet y la crisis financiera mundial.

Fuente Diario "La capital" de Rosario.

El crack de Wall Sreet y la crisis financiera mundial.

El año que termina será recordado como el peor del siglo después de los de la Gran Depresión. Estados Unidos, motor de la economía internacional, debió salir a rescatar a sus bancos comerciales y de inversión, a aseguradoras, financieras y automotrices. Algo impensado para una economía de libre mercado que siempre propició la libertad como modelo sagrado.

Todo surgió en el mismo seno del poder financiero mundial cuando los bancos comenzaron a conceder créditos hipotecarios a sus clientes de baja calificación. Las cuotas, fijas en los primeros años, comenzaron a crecer a la par de la suba de la tasa de interés. Resultado: miles de norteamericanos no pudieron afrontar sus deudas y dejaron de pagarles a los bancos. Esas deudas ya había sido "empaquetadas" en complejos instrumentos financieros que se ofrecían en todo el mundo como un buen negocio. Para colmo, la calificadoras de riesgo les ponían buenas notas y entonces los inversores no dudaban en adquirirlos en la búsqueda de buenos rendimientos. Fue todo una burbuja, porque las carteras de créditos no tenían respaldo y así los bancos y financieras sufrieron grandes pérdidas. También miles de norteamericanos, que tuvieron que poner sus casas en venta o entregárselas al banco.

Con este desbarajuste financiero la economía real no pudo aguantar mucho tiempo sin sentir el impacto: los principales países industriales del mundo terminan 2008 en recesión y afrontan un próximo año con severas dificultades. La demanda mundial de bienes se vino abajo, los commodities no se recuperan y el precio del petróleo está en su menor valor en varios años. Los auspicios no son buenos y aunque la recesión no es una calamidad que no haya sido superada en el pasado, la que se avecina tiene algunos condimentos especiales.

Los organismos de control de gobierno de Estados Unidos vienen fallando en los últimos tiempos en detectar los traspiés del sistema financiero. No pudieron advertir la magnitud de la crisis que se avecinaba por malos manejos de sus operadores. Pero tampoco, ya en el terreno liso y llano del delito, impedir estafas multimillonarias, como la que por estos días sacude al mundo. Un solo gestor de fondos especulativos, Bernard Madoff, defraudó en 50 mil millones de dólares a miles de inversores alrededor del planeta. Y nadie lo advirtió.

El año 2008 cierra con muchos interrogantes sobre el futuro de la economía mundial, la capacidad de los países industriales de recuperarse de semejante crisis y el verdadero impacto de las turbulencias en las naciones emergentes.



Furia en Wall Street. Los sofisticados instrumentos del mundo financiero se convirtieron en papel mojado.
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1 comentario:

ulises casas dijo...

Las crisis del capitalismo son esencia del mismo. Las que son noticia pertenecen a las más profundas y las que generan efectos graves como es la guerra. De ahí que la crisis del 29 del siglo pasado sea recordada cada vez que se produce otra similar, como la presente. Asistimos ahora a una crisis en medio de una expansión bélica en varias partes del mundo: la invasión a Irac y la resistencia del pueblo iraquí, la presencia armada norteamericana y de otras naciones en Afganistan, la confrontación entre Idia y Pakistan y ahora Israel y los palestinos. Se presenta la posibilidad de la expansión de todos estos conflictos hacia una guerra mundial aunque de otra naturaleza a la pasada Segunda Guerra Mundial.