GENZ Genzyme corporation (NASADAQ)

La empresa Genzyme corporation Perteneciente a la industria (Drugs – biotechnology Medicinas – biotecnología) en los últimos meses viene con una clara tendencia alcista.
Ayer finalizo la jornada con una barra tipo sombrero de copa por encima de la media móvil de 7 días en un claro rebote de soporte.
De continuar con movimientos de continuación y si el índice NASDAQ al cual pertenece levanta un poco las siguientes jornadas es muy probable que siga con el alza por el canal oblicuo hacia la próxima resistencia mas o menos a unos U$S 80 en unos 15 días aproximadamente. Y si nos vamos a un plazo un poco mas largo en un par de meses puede llegar a tocar la próxima resistencia marcada a unos U$S 82.
Un obstáculo podría ser el reporte de ganancias del 13 de Febrero 2008.

Llegó el día “B”: EEUU se encamina a la recesión y el mundo sufrió el impacto.

Fuente: www.infobaeprofesional.com


Hasta el viernes pasado, las noticias provenientes de los mercados financieros alertaban con indicadores y declaraciones de expertos sobre la probabilidad de que los EEUU entren en recesión en algún momento del corriente año.

Para ello, se tomaban como indicativas, las cifras provenientes de los mercados de empleo, ventas minoristas, precios al consumidor, entre otras. Pero el viernes 18 de enero de 2007, se produjo un hecho puntual que cambió el rumbo de los acontecimientos y abre imprevisibles consecuencias.

Fue el anuncio de George W. Bush, sobre un plan de shock destinado a reactivar el consumo y contener la tendencia recesiva de la economía norteamericana, el que oficializó que los EEUU está yendo a una recesión. Y los mercados temblaron. Una vez más cuando la presunción se convierte en realidad, todo lo anterior queda de lado.


Lejos de tranquilizar a los mercados, el plan acentuó aún más el pesimismo de las bolsas que ese mismo día cerraron de nuevo con pérdidas.

En esencia, el plan se compone de un desembolso por un monto del orden de los 145.000 millones de dólares, algo así como el 1 por ciento del PIB.

El miedo a la recesión en los EEUU, combinado con la espiral en el precio del petróleo y la debilidad del dólar explican el por qué Wall Street sufre el peor arranque del año en su historia y se encuentra ya a nivel de finales de 2006.

Y todo esto está alimentando las críticas contra el liderazgo en la FED, a la que acusan de no haber prestado atención a las primeras señales de crisis durante el verano y de ir claramente por detrás del ciclo económico.

Fue por eso que el lunes las bolsas de todo el mundo cayeron en forma estrepitosa, como hacía largo tiempo no pasaba; en tanto que los mercados de los EEUU no operaron por el feriado conmemorativo de Martin Luther King.

En Europa el panorma fue desolador
En España, el Ibex 35 cayó un 7,54%, hasta los 12.625,8 puntos, el mayor descenso desde 1991. El índice general retrocedió entonces 22,33 puntos, un 8,25%. Esta caída, en términos absolutos, es la más importante de la historia. En porcentaje, sin embargo, es inferior al registrado el 29 de octubre de 1987, cuando llegó a perder un 9,27%.

En el resto de las plazas continentales, el Cac 40 francés se redujo un 6,83%; el Ftse de Londres, un 5,48%; y el Dax de Frankfurt, un 7,16%.

Las mayores víctimas del lunes negro fueron las acciones de los bancos europeos, que se desplomaron el lunes. En tal sentido, los bancos franceses y españoles encabezaron las caídas, debido al temor de los inversores a que sea el sector que más tenga que perder ante la desaceleración de la economía estadounidense.

Los títulos de Societe Generale perdieron un 7,99 por ciento, mientras que los de BNP Paribas, que junto con SocGen ha jugado un importante papel en los mercados de derivados financieros, se desplomaron un 9,63 por ciento. "Empezamos a ver la realidad que emerge en algunos de los bancos franceses", dijo Ian Harnett, presidente de Absolute Strategy Research.

"Nos ha sorprendido el hecho de que, a pesar de ser el centro del mercado de derivados, acciones como las de SocGen han caído de forma relativamente leve", añadió.

En este marco, SocGen, el segundo banco francés que cotiza en bolsa, se vió afectado por los rumores de que debería realizar provisiones de activos por su exposición a la crisis.

El euro también se vio arrastrado por este desplome, ya que por primera vez en lo que va de año se situó por debajo de los 1,45 dólares. Hacia las 17.20 horas cotizaba en el mercado de divisas de Fráncfort a 1,4462 dólares, frente a 1,4625 dólares del viernes por la tarde, mientras el Banco Central Europeo (BCE) ha fijado su cambio oficial en 1,4482 dólares.

Una pérdida de u$s300.000 M
Esta caída restó más de 300.000 millones de dólares de capitalización a la renta variable del Viejo Continente.

En el Eurostoxx50, índice que reúne a las mayores empresas cotizantes de la Euro zona, las mayores caídas han correspondido a la española Iberdrola, con un 12,58% de pérdida, seguida por las financieras ING, Axa y Allianz, con más de un 10% de bajadas.

En cuanto a ArcelorMittal y Repsol, ligadas en ambos casos a las materias primas, rozaron el 10% de descensos.

Asia también sufre
Fuera de Europa, los datos provenientes de Asia con los que se despertaron los mercados fueron también muy malos. El selectivo Nikkei de la Bolsa de Tokio, la segunda mayor del mundo tras Nueva York, registró hoy la peor sesión del año al perder un 3,86%, hasta situarse en 13.325,94 unidades, su nivel más bajo desde el 25 de octubre de 2005.

El índice Hang Seng, de la plaza de Hong Kong, perdidó un 5,49% su peor caída porcentual desde el 12 de septiembre de 2001.

"El mercado entró en una tendencia bajista y ahora mismo toca caer y no hay prácticamente ningún valor que se pueda salvar. Es una cuestión de inercia desatada por el temor a que la economía de los Estados Unidos entre en recesión", afirmó un operador a Reuters.

"Es un efecto de bola de nieve y lo están acusando todas las compañías grandes. En un escenario de este tipo, el inversor se pone nervioso, le entra el pánico y sale de la Bolsa sin importarle de qué valores se trate", agregó.

El efecto también llega a América Latina
Los mercados financieros de América Latina también sucumbieron en un "lunes negro", al persistir los temores a una recesión en los Estados Unidos, tras la decepción por el anuncio de un paquete de estímulo económico realizado la semana pasada por el presidente George W. Bush.

Algunos mercados latinoamericanos cayeron a sus niveles más bajos desde el 2006, mientras que la Bolsa de Valores de Lima debió suspender temporalmente su operatoria para frenar su caída libre y varias monedas de la región registraron fuertes retrocesos por el aumento de la aversión al riesgo.

En Brasil y México, los mayores mercados de la región, los descensos rondaban de un 4 a 6 por ciento, mientras que la bolsa chilena caía en torno a un 5 por ciento la argentina se desplomaba casi un 7 por ciento y en Perú cerró con un derrumbe de casi el 9 por ciento, el mayor desde enero de 1995.

Merval
La Bolsa de Comercio de Buenos Aires no escapó a la tónica general y perdió 6,27%, en su principal indicador. El Merval se ubica entonces en los 1.876,87 puntos. Se registraron 55 bajas mientras que sólo una acción operó en alza.

El volumen negociado fue muy reducido de apenas 52,2 millones de pesos. Las mayores bajas las sufrieron Gas Natural BAN (-9,87%), Comercial del Plata (-9,496%) y Metrogas (-9,40%).


Deuda
El mercado de bonos argentinos permanecía prácticamente inactivo el lunes por la falta de referentes financieros a raíz del feriado en los Estados Unidos, precisaron los operadores.

Agregaron que en el mercado de Buenos Aires solamente se escuchaban ofertas con bajas sin que se concretaran negocios.

"Nos preparamos para asimilar la debacle mundial de mañana (martes)", dijo un agente bancario del centro financiero argentino. El índice EMBI+ Argentina, que elabora el banco JP Morgan y que mide la diferencia de tasa entre bonos del país con sus similares de los Estados Unidos, mostraba una leve baja en 448 puntos básicos.

Tasas
Para bancos de primera línea el "call money" cerró hoy en 8,00/8,25 por ciento. En el caso de entidades de segunda línea la tasa interbancaria tuvo un cierre de entre 8,25 y 8,50 por ciento. En ambos casos, por operaciones en pesos a un día.

Brasil
La bolsa brasileña se derrumbó el lunes por los temores a una recesión en los Estados Unidos, la mayor economía del mundo, que golpeaban a los mercados financieros mundiales. Según cifras preliminares, el índice Bovespa de la Bolsa de Valores de Sao Paulo cayó un 6,62 por ciento a 53.698 puntos, la mayor baja desde el 27 de febrero del 2007, cuando el referente bursátil perdió un 6,63 por ciento.

Los futuros de Wall Street al rojo vivo
Los futuros accionarios de los Estados Unidos se hundieron el lunes, en una sesión atípica por un feriado, debido a que los temores a una recesión se apoderaron de los inversores, lo que sugirió que Wall Street se unirá al derrumbe de los mercados mundiales cuando abra el martes.

Aunque los mercados de acciones estuvieron cerrados -por el mencionado feriado- los futuros de índices estuvieron muy activos en las operaciones electrónicas a través de la Bolsa Mercantil de Chicago.

La venta masiva de futuros siguió a las pérdidas de los mercados bursátiles en todo el mundo. El principal índice de acciones mundiales, el MSCI, tocó su nivel más bajo en un año.

Si las acciones estadounidenses abren el martes en los niveles que están indicando los futuros, presionarían peligrosamente al mercado hacia un territorio de pesimismo, o una caída del 20 por ciento desde su máximo de octubre.

La situación marcaría el final del mercado alcista que comenzó a principios de octubre del 2002. La caída de los futuros se produjo después de la peor semana registrada por el índice S&P 500 en cinco años.

El viernes, las acciones estadounidenses cayeron por cuarto día, por las preocupaciones de que los esfuerzos de la Casa Blanca por impulsar a la economía no puedan evitar una recesión.

Los futuros del promedio industrial Dow Jones cayeron 546 puntos, o un 4,5 por ciento. Si el Dow cerrara en baja el martes de acuerdo a lo que sugieren los montos de futuros, se ubicaría como la cuarta mayor pérdida de puntos en la historia del índice.

Los futuros del S&P 500 cayeron 62,5 puntos o un 4,7 por ciento, y se ubicaron bien por debajo del valor justo, una fórmula matemática que evalúa la fijación de precios teniendo en cuenta las tasas de interés, los dividendos y el plazo para el vencimiento de los contratos. Los futuros del Nasdaq 100 retrocedieron 77,5 puntos, o un 4,2 por ciento.

Rubén Ramallo
©infobaeprofesional.com

Crisis hipotecaria de 2007.

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Crisis_hipotecaria_de_2007

La crisis hipotecaria de 2007, también conocida como crisis crediticia o crisis de las hipotecas subprime es una crisis financiera que se extiende por los mercados financieros, principalmente, a partir del jueves 9 de agosto de 2007, si bien su origen se remonta a los años precedentes.

Descripción de la crisis

Las hipotecas de alto riesgo, conocidas en Estados Unidos como subprime, son un tipo especial de hipoteca, preferentemente utilizado para la adquisición de vivienda, y orientada a clientes con escasa solvencia, y por tanto con un nivel de riesgo de impago superior a la media del resto de créditos. Su tipo de interés es más elevado que en los préstamos personales (si bien los primeros años tienen un tipo de interés promocional), y las comisiones bancarias resultan más gravosas.[1] Los bancos norteamericanos tenían un límite a la concesión de este tipo de préstamos, impuesto por la FED (o Reserva Federal).

Dado que la deuda puede ser objeto de venta y transacción económica mediante compra de bonos o titularizaciones de crédito, las hipotecas subprime podían ser retiradas del pasivo del balance de la entidad concesionaria, siendo transferidas a fondos de inversión o planes de pensiones. En algunos casos, la inversión se hacía mediante el llamado carry trade. El problema surge cuando el inversor (que puede ser una entidad financiera, un banco o un particular) puede desconocer el verdadero riesgo asumido. En una economía global, en la que los capitales financieros circulan a gran velocidad y cambian de manos con frecuencia y que ofrece productos financieros altamente sofisticados y automatizados no todos los inversores conocen la naturaleza última de la operación contratada.

La crisis hipotecaria de 2007 se desató en el momento en que los inversores percibieron señales de alarma. La elevación progresiva de los tipos de interés por parte de la FED, así como el incremento natural de las cuotas de esta clase de créditos hicieron aumentar la tasa de morosidad y el nivel de ejecuciones (lo que incorrectamente se conoce como embargo), y no sólo en las hipotecas de alto riesgo [2]

La evidencia de que importantes entidades bancarias y grandes fondos de inversión tenían comprometidos sus activos en hipotecas de alto riesgo provocó una repentina contracción del crédito (fenómeno conocido técnicamente como credit crunch) y una enorme volatilidad de los valores bursátiles, generándose una espiral de desconfianza y pánico inversionista, y una repentina caída de las bolsas de valores de todo el mundo, debida, especialmente, a la falta de liquidez.

Causas de la crisis.

Varios factores se aliaron para dar lugar a la crisis financiera. En primer lugar, la enorme burbuja especulativa ligada a los activos inmobiliarios. En los Estados Unidos, como en muchos otros países occidentales, y tras el estallido de la burbuja tecnológica de principios de siglo XXI, entre los años 2000 y 2001, se produjo una huida de capitales de inversión tanto institucionales como familiares en dirección a los bienes inmuebles. Los atentados del 11 de septiembre de 2001 supusieron un clima de inestabilidad internacional que obligó a los principales Bancos Centrales a bajar los tipos de interés a niveles inusualmente bajos, con objeto de reactivar el consumo y la producción a través del crédito. La combinación de ambos factores dio lugar a la aparición de una gran burbuja inmobiliaria fundamentada en una enorme liquidez.

En el caso estadounidense, la compra-venta de vivienda con fines especulativos estuvo acompañada de un elevado apalancamiento, es decir, con cargo a hipotecas que, con la venta, eran canceladas para volver a comprar otra casa con una nueva hipoteca, cuando no se financiaban ambas operaciones mediante una hipoteca puente. El mercado aportaba grandes beneficios a los inversores, y contribuyó a una elevación de precios de los bienes inmuebles, y, por lo tanto, de la deuda.

Pero el escenario cambió a partir de 2004, año en que la Reserva Federal de los Estados Unidos comenzó a subir los tipos de interés para controlar la inflación. Desde ese año hasta el 2006 el tipo de interés pasó del 1% al 5,25%. El crecimiento del precio de la vivienda, que había sido espectacular entre los años 2001 y 2005, se convirtió en descenso sostenido. En agosto de 2005 el precio de la vivenda y la tasa de ventas cayeron en buena parte de los Estados Unidos de manera abrupta. Las ejecuciones hipotecarias debidas al impago de la deuda crecieron de forma espectacular, y numerosas entidades comenzaron a tener problemas de liquidez para devolver el dinero a los inversores o recibir financiación de los prestamistas. El total de ejecuciones hipotecarias del año 2006 ascendió a 1.200.000,[3] lo que llevó a la quiebra a medio centenar de entidades hipotecarias en el plazo de un año.[4] Para el 2006, la crisis inmobiliaria ya se había trasladado a la Bolsa: el índice bursátil de la construcción estadounidense (U.S. Home Construction Index) cayó un 40%.

En el año 2007 el problema de la deuda hipotecaria subprime empezó a contaminar los mercados financieros internacionales.

La transmisión de la crisis a los mercados financieros

En agosto de 2007 todavía no se ha hecho pública oficialmente la mecánica según la cual la crisis hipotecaria se ha trasladado a los mercados financieros. Las noticias parecen indicar que el origen se encuentra en una incorrecta valoración de los riesgos, intencionada o no, un error que habría sido amplificado por la automatización del mercado de valores, la desinformación de los inversores particulares y la liquidez sin precedentes del período 2001-2007. Asimismo, parece ser que las entidades bancarias recababan liquidez mediante la técnica de retirar de sus pasivos el dinero prestado por la vía de "colocar cédulas hipotecarias o CDOs, de CLOs y de CMOs u otras obligaciones respaldadas por paquetes de activos corporativos e hipotecarios".[5] El riesgo de las subprime habría sido transferido a los bonos de deuda y las titulizaciones, y de ahí a fondos de pensiones y de inversión.[6] De hecho, las entidades de valoración de riesgo (como Standard s & Poors (S&P) o Moody´s) comenzaron tras la crisis a ser investigadas por su posible responsabilidad,[7] y sólo cuando la crisis se desató, las agencias de calificación de riesgo endurecieron los criterios de valoración.[8] Así mismo, los legisladores norteamericanos y europeos comenzaron a barajar un endurecimiento de los criterios de concesión de hipotecas.

La extensión del problema: agosto de 2007

Si bien la existencia de un problema con la hipotecas subprime era conocido con anterioridad al estallido de la crisis, se desconocía su alcance, y sobre todo, qué entidades se encontraban afectadas.

Antecedentes inmediatos

En febrero de 2007 el Wall Street Journal advertía sobre el peligro de las hipotecas subprime,[9] así como el problema generado por los impagos de otros productos hipotecarios.[10] En mayo, los fondos basados en hipotecas subprime comienzan a ser severamente criticados por los analistas, y los principales inversores (como Lehman Brothers Holdings Inc.) comienzan a huir de las hipotecas, tanto de las de alto riesgo como de las de bajo riesgo, negándose a dar más dinero a las principales entidades hipotecarias, las cuales comienzan a acusar falta de liquidez en contratos hipotecarios previamente comprometidos.[11] , Freddie Mac anuncia nuevas reglas para comprar créditos subprime en el mercado secundario. Mientras tanto, desde algunas instancias de la Reserva Federal se advierten los primeros síntomas de la crisis.[12]

La percepción de crisis aumentaba a medida que entidades de gran prestigio o volumen de negocio comenzaban a dar señales de desgaste financiero. En marzo de 2007 la bolsa de Nueva York retira de sus índices a la hipotecaria New Century por insolvencia y presunto delito contable.[13] En el mes de abril el FMI alerta sobre la reducción del mercado de las hipotecas prime en favor de las subprime. La institución internacional, en un informe publicado ese mes, calcula que "en enero de 2007 existían en Estados Unidos 4,2 billones de euros en bonos ligados a las hipotecas de alto riesgo, de los cuales 624.000 millones de euros pertenecían a mediados de 2006 a inversores no estadounidenses".[14] En junio se conoce que varios fondos flexibles (hedge fund), que invertían en deuda titularizada, de una importante gestora de fondos, Bear Stearns, entran en quiebra.[15] En el mes de julio, según la Reserva Federal, las pérdidas generadas por las hipotecas subprime se situaban ya entre los 50.000 y los 100.000 millones de dólares.[16]

Durante el mes de agosto de 2007 tuvo lugar la transmisión del problema a los mercados financieros. A continuación, se ofrece la secuencia cronológica de los principales hechos ocurridos durante ese mes.

Del 1 al 8 de agosto

A principios de agosto Bear Stearns vuelve a cerrar un fondo de inversiones. La compañía Blackstone anuncia su quiebra el 2 de agosto [17] y la American Home Mortgage, el décimo banco hipotecario de los Estados Unidos, anuncia el despido de todo su personal el día 4 [18] y la quiebra el día 6.[19] Para entonces ya se sabe que la crisis financiera ha llegado a Europa de mano del banco alemán IKB, expuesto a inversiones en hipotecas subprime, que ha sido rescatado por una entidad financiera pública para evitar la bancarrota.[20] [21] Ese mismo día el National City Home Equity se declara en quiebra.[22

Los días 9 y 10 de agosto

la crisis se traslada a todas las bolsas del mundo, que comienzan a caer, especialmente al hacerse público que uno de los principales bancos europeos, el BNP Paribas, suspende tres fondos ya que la falta de liquidez "no permite establecer una valoración justa de los activos subyacentes y así calcular un valor liquidativo". Los bancos centrales de la zona del euro y de EEUU responden con inyecciones masivas de liquidez, para calmar las tensiones del mercado interbancario derivadas de la crisis.[5] [23] El principal banco alemán, Deutsche Bank, sufre también pérdidas sustanciales en uno de sus fondos vinculados a la financiación inmobiliaria.[24]

El viernes 10 el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush pide calma ante la escalada de la crisis [25] y asegura que hay liquidez en el mercado.[26] El Banco central Europeo advierte que comienza «una crisis financiera en varias etapas por pinchazo del capital riesgo y las hipotecas ‘subprime’».[27]

Pese a todo, al final del día 10 se conoce la bancarrota de otra entidad, en este caso el Home Banc.[28] Todas las bolsas del mundo registran importantes pérdidas de capitalización al terminar la semana. El ministro español de economía, Pedro Solbes, descarta el día 12 que la crisis de las hipotecas de EEUU vaya a incidir en España.[29

Del 11 al 19 de agosto

Ante lo que interpretan como una falta de liquidez del sistema, los principales bancos centrales inician una serie de inyecciones (en concepto de ajuste fino, o fine tuning) de varios cientos de millones de euros en diferentes divisas. Las inyecciones de liquidez, coordinadas entre la FED, el Banco Central Europeo, el Banco Central de Canadá y el Banco Central de Japón continúan el 13 14 y 15.

El lunes 13 de agosto las bolsas se mantienen con ligeras ganancias, para volver a caer ligeramente el 14 de agosto, especialmente por las cotizaciones bancarias. Ese día se conoce que la exposición a créditos de alto riesgo orientados al consumo del Banco de Santander tiene un valor de 2200 millones de euros,[30] exposición que se considera baja, pese a que el día anterior se había asegurado que la banca española se encontraba a resguardo de la crisis.[31] También ese día se tiene noticia de que uno de los mayores bancos del mundo, el Citigroup, presenta una exposición a créditos inseguros de entre 2.000 y 3.000 millones de dólares.[32] El día 15 de agosto las mayoría de las bolsas continúan su caída [33] pese a las nuevas llamadas a la calma del día anterior, esta vez de Jean-Claude Trichet.[34]

El 16 de agosto se hace público que la Banca March congela un fondo de inversión (el Parvest Dynamic ABS), afectado colateralmente por la exposición de riesgo de BNP Paribas.[35] Así mismo, la entidad hipotecaria australiana Rams Home Loans cae en su cotización más del 50%, y el primer banco hipotecario norteamericano, Countrywide, sufre pérdidas en sus cotizaciones ante rumores, no confirmados, de bancarrota.[36] También circulan rumores del inminente colapso de un gran hedge fund, recordando lo ocurrido en 1998, durante la crisis de LTCM.[37] [38]

El 17 de agosto a pesar de repetidas inyecciones diarias de diferentes divisas el mercado de valores no mejora. Tras una contundente caída de la bolsa japonesa, y cuando las bolsas europeas se tambaleaban nuevamente, la FED recorta en 0,5 puntos el tipo de interés interbancario, pero manteniendo el tipo federal (es decir, rebaja el precio del dinero a los bancos, pero no a los consumidores particulares), lo que provoca la remontada de todas las plazas europeas y norteamericanas. El presidente de la Reserva Federal afirma que "las condiciones de los mercados financieros se han deteriorado",[39] lo que se evidencia en el hecho de que la hipotecaria Countrywide deba acudir a financiación de emergencia por valor de 11.500 millones de dólares,[40] todo ello en un clima de preocupación ante su posible situación financiera [41] al tiempo que se conocen las millonarias pérdidas de un fondo de pensiones británico, por valor de 27.000 millones de libras.[42

A partir del 20 de agosto

El 20 de agosto, tras la rebaja de tipos primarios de la FED las bolsas comienzan a recuperarse, y en el caso de las asíáticas de manera espectacular, si bien algunos analistas, como el diario The Economist, lo consideran un compás de espera.[43] Ese mismo día se conoce que el banco regional público germano Sachsen LB ha necesitado ser rescatado por un grupo de cajas de ahorro por valor de 17.300 millones de euros, dada su peligrosa relación con las hipotecas subprime.[44] Durante los días anteriores muchos analistas y actores financieros presionan para evitar una nueva subida de tipos tanto en Europa como en Estados Unidos, e incluso el Gobierno japonés se dirigió a su Banco Central para evitar una nueva subida, dado el deterioro de los mercados financieros.[45] Otros analistas, en este caso el Bundesbank, aprecian que no se dan las condiciones para evitar una nueva alza de tipos.[46]

El 22 de agosto, así como el 23 continúan las inyecciones de liquidez de distinos bancos centrales, que no se habían dejado de producir en todos los días anteriores. El 23 se conoce que al menos 13 fondos españoles se encuentran afectados por la crisis,[47] mientras continúa la incertidumbre sobre la estabilidad financiera internacional.[48] El día 23 se hace pública la quiebra de una de las entidades hipotecarias más importantes de Estados Unidos, la First Magnus Financial: en total, ya son 90 entidades las afectadas por la crisis en ese país.[49] [50] Por su parte, el FMI destaca que la crisis financiera dañará el crecimiento mundial.[51]

El 24 de agosto continúa la inquietud por la marcha de la crisis. Los bancos centrales siguen inyectando liquidez en el mercado, y ese mismo día se conocen los primeros datos de la exposición a hipotecas subprime en China: sus dos bancos principales (Commercial Bank of China (ICBC) y Bank of China) tienen 8.000 millones de euros en inversión hipotecaria subprime.[52

Septiembre de 2007

Si bien las bolsas se mantuvieron relativamente estables durante la última semana de agosto, los datos económicos estadounidenses provocan un nuevo desplome mundial bursátil el 5 de septiembre.[53] El BCE anuncia nuevas inyecciones de liquidez, que se suman a las de la FED.[54] El día 6 de septiembre, y pese a las intenciones declaradas con anterioridad, el BCE decide no subir los tipos de interés manteniéndolos en el 4% (lo que se considera un aplazamiento de la subida), al observar una gran incertidumbre y volatilidad en el mercado financiero.[55] Como consecuencia de la medida, el euribor interbancario se estabiliza, lo que no impide que las bolsas continúen cayendo.[56]
Conatos de pánico bancario en Inglaterra: colas de clientes frente a las oficinas del Northern Rock para sacar los ahorros.
Conatos de pánico bancario en Inglaterra: colas de clientes frente a las oficinas del Northern Rock para sacar los ahorros.

El 11 de septiembre se conoce que la compañía británica Victoria Mortgages, con una cartera de créditos valorada en 440 millones de euros, se declara insolvente.[57] Ese mismo día, el presidente del BCE insiste en el riesgo inflacionista en la eurozona, lo que interpreta como una negativa a bajar los tipos de interés en el corto plazo.[58] El 13 de septiembre el Banco de Inglaterra debe acudir al rescate del Northern Rock,[59] quinto banco hipotecario del país, y en cuyas oficinas comienzan a crearse colas de clientes para retirar sus depósitos.[60] [61] [62] Esta entidad continuará teniendo problemas durante los días siguientes, sufriendo fuertes caídas en bolsa.[63]

Nuevamente el 17 de septiembre hay un desplome bursátil[64] , al mismo tiempo que, tras ciertos rumores, el Banco de España desmiente que ningún banco español haya solicitado financiación de urgencia[65] .

El 18 de septiembre la FED baja el tipo de interés un 0,5% (una bajada inusual), provocando espectaculares subidas en las bolsas,[66] unidas a revalorizaciones históricas del euro frente al dólar[67] mientras continuaban las inyecciones de liquididez.[68]

El 29 de septiembre se conoce la quiebra de un banco estadounidense pionero en Internet Netbank, que es absorbido por ING, entidad que no garantizará la totalidad de los depósitos.[69] [70

Octubre de 2007

El sistema bancario sigue dando síntomas de deterioro. El 1 de octubre de 2007 el banco suizo UBS anuncia pérdidas por valor de 482 millones de euros por causa de la tormenta hipotecaria,[71] y el Citigroup, el mayor grupo financiero del mundo, anuncia una reducción trimestral del 60% [72] en sus beneficios tras declarar unas perdidas de 6.000 millones de dolares [73] . El 5 de octubre la mayor correduría del mundo, Merrill Lynch, anuncia pérdidas por valor de 4.500 millones de dólares.[74] Los días posteriores hubo una fuerte elevación bursátil, al mismo tiempo que una de las mayores inyecciones del BCE desde el mes anterior.[75] [76]

El 11 de octubre varios diarios económicos[sin referencias] informaban que la relación entre las entidades financieras españolas y la crisis hipotecaria de Estados Unidos eran mayores de lo que hasta el momento se intuía. Al mismo tiempo señalaba al BBVA y a otros bancos como Banco Sabadell y Banco Popular[sin referencias] de haber invertido en fondos avalados por hipotecas subprime así como la relación de distintas inmobiliarias y contructoras españolas con el tocado y dañado mercado de la construcción en Estados Unidos. También se informó que varios organismos finacieros internacionales[sin referencias] señalaban a España como uno de los países con más posibilidades de sufrir una crisis como la de Estados Unidos debido a la burbuja inmobiliaria, el incremento de la morosidad, el aumento de hipotecas de alto riesgo y el incremento de los tipos de interés.

El presidente del banco de inversiones estadounidense Merrill Lynch, Stan O'Neal, renuncia a su cargo el 30 de octubre de 2007. La renuncia de O'Neal, se produjo después de que la compañía se viera obligada a reconocer que su nivel de deudas incobrables alcanzaba los 7.900 millones de dólares. Merrill Lynch fue una de las primeras compañías en reagrupar ese tipo de deuda en garantías negociables. El valor de estas garantías cayó en picado, ya que el impago de hipotecas batió el pasado año un nuevo récord debido a las elevadas tasas de interés.[77

Noviembre y diciembre de 2007

El presidente de la mayor empresa de servicios financieros del mundo, Citigroup, Charles Prince, renuncia a su cargo el 4 de noviembre. Prince será sustituido por el ex secretario del Tesoro de Estados Unidos, Robert Rubin. La posición de Prince se vio debilitada después de que la institución que presidía anunciara una caída del 57% en sus beneficios trimestrales.[78] En el mes de diciembre la crisis de liquidez y la desconfianza interbancaria hacen tomar medidas a los principales bancos centrales de manera coordinada, con objeto de respaldar el dólar estadounidense.[79] La FED baja ese mismo mes el tipo de interés un 2,5% y el BCE los mantiene. Debido a las dificultades para solucionar la crisis del banco británico Northern Rock el gobierno británico decide nacionalizarlo [80] La crisis de liquidez continúa hasta final de año, provocando máximos en el euribor interbancario, que se aleja de los tipos oficiales contenidos por el BCE[81] mientras la prensa británica (que en ocasiones ha sido acusada de publicar noticias poco neutrales sobre la economía española) pone en duda la solvencia del sistema bancario español.[82

Listado de entidades afectadas o quebradas

Agosto 2007

* 22 Agosto First Magnus Financial (Estados Unidos), segunda mayor empresa de financiación hipotecaria de Estados Unidos.[83]
* 16 Agosto Banca March
* 6 Agosto American Home Mortgage (Estados Unidos), décimo banco hipotecario de los Estados Unidos.
* 6 Agosto National City Home Equity (Estados Unidos)
* 2 Agosto Blackstone (Estados Unidos) [84]

Septiembre 2007

* 29 Septiembre Netbank (Estados Unidos)
* 11 Septiembre Victoria Mortgages (Reino Unido)

Octubre 2007

* 1 Octubre UBS (Suiza)
* 30 Octubre Merrill Lynch (Estados Unidos)[85]

Noviembre 2007

* 4 Noviembre Citigroup[86] (Estados Unidos)

Cómo convertirse en un tarder exitoso.

Fuente: www.inversorglobal.com.ar

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Por Nicolás Litvinoff.


En los Wokshops y cursos regulares que doy en Inversor Global, he notado un interés creciente por parte de los inversores en mi experiencia y el conocimiento que poseo sobre el trading intradiario de acciones. Eso no me sorprende. Con las ventajas que ofrece esta profesión y la facilidad que brindan los avances de Internet para abrir una cuenta en un broker online de los Estados Unidos, cada vez son más los inversores que deciden comenzar a dedicarse a esto con profesionalismo y seriedad.

Un operador moderno es aquella persona que trabaja en forma independiente desde la computadora de su casa, comprando y vendiendo acciones, opciones o monedas, manejando dinero propio o de terceros, en busca de tasas de rentabilidad que excedan el 10% mensual. No hay jefes, no hay calurosos viajes al microcentro, los horarios pueden manejarse a piacere y se gana mucho dinero…un sueño hecho realidad.

A esta altura, muchos se estarán preguntando ¿Puedo convertirme en un daytrader? ¿A quién hay que matar? ¿Dónde está la trampa? La verdad es que la respuesta, como siempre, está en el lugar menos esperado.

Toda profesión redituable tiene “barreras a la entrada”. Si quiero ser abogado o administrador de empresas, debo estudiar al menos cinco años la carrera, rendir los exámenes, hacer pasantías, capacitarme en un terreno práctico, etc. Así, ocurre en cualquier profesión.

Para ser un trader, la barrera no pasa tanto por la capacitación. Existe una infinidad de cursos como los que se dan en el Centro de Capacitación de Inversor Global o en otros institutos, e incluso un sinfín de información en la web con respecto al tema, que le permiten capacitarse sin inconvenientes.

Luego de aprender las herramientas básicas (no debería llevarle más de seis meses), se está listo para “salir a la cancha”, es decir, comenzar a operar con pequeñas sumas de dinero o bien realizar operaciones virtuales de entrenamiento.

Para cumplir con esta primera fase, sólo se requiere dedicación, sinceros deseos de aprender y un fuerte interés en el tema. Pero entonces ¿cuál es la barrera? ¿No suena todo demasiado bueno para ser real?

Las emociones del Trader.

El miedo a perder dinero, la codicia y la impaciencia son las emociones más comunes a la hora de poner en juego los ahorros propios o de terceros, y la forma en la cuál uno se relaciona con esto puede ser la diferencia entre el éxito o el fracaso del trading. Básicamente, existen tres formas de acercarse totalmente distintas para los operadores:
1) Hay que dejarse llevar por el instinto y operar según lo que uno sienta.
2) Hay que darle importancia a las emociones y operar exactamente de la manera contraria: si tengo miedo compro y si experimento seguridad y codicia vendo.
3) No hay que dejarse llevar por las emociones.

Mi experiencia personal muestra que todo inversor que comienza a dar sus primeros pasos como daytrader debe necesariamente optar por la tercera opción.

Dejarse llevar por los sentimientos: ¿Tiene sentimientos o ellos me tienen a mí?

Los que están en el mercado operando desde hace mucho tiempo, saben algo que muy pocos se animan a discutir: el mercado es maniaco-depresivo. ¿Qué quiere decir esto? Que un día puede estar eufórico sin ningún motivo aparente y que, al día siguiente, puede estar totalmente deprimido, también sin razón alguna.

Subas del 2% diarias en los principales índices bursátiles pueden tranquilamente ser acompañadas de bajas de mayor magnitud al día siguiente, y noticias que antes eran tomadas con gran entusiasmo luego pueden generar desconfianza.

En medio de esta ciclotimia que son las bolsas mundiales en la actualidad, dejarse llevar por los sentimientos puede ser muy peligroso para el inversor, sea principiante o avanzado. En junio pasado todo era euforia y el mercado americano alcanzaba nuevos máximos todos los tiempos y los inversores novatos salían a comprar todo los títulos que encontraban en la plaza.

Tan solo un mes después explotó el tema de las hipotecas que sigue golpeando aún hoy en el precio de las acciones. Todo se derrumbó velozmente y billones de dólares se evaporaron. Estos cambios repentinos de humor en el mercado son moneda corriente, y dejarse llevar por los sentimientos que despiertan es poco menos que suicida.

Operar de manera contraría a la manada: ¿Quiere ser George Soros?

Este famoso inversor dice que esta es la táctica que utiliza: da por sentado que los mercados siempre se equivocan. Con lo cuál, si se quiere ganar dinero, sólo tiene que hacer lo contrario: comprar cuando todos venden y vender cuando todos comprar.

Pero ¿usted es como George Soros? ¿Maneja un fondo de trillones de dólares que puede hacer saltar los bancos centrales de varios países no desarrollados? ¿Tiene su experiencia y su “piel” con el mercado? Me atrevo a ponerlo en duda.

Nadar en contra de la corriente puede ser muy peligroso, hace falta tener mucha valentía y seguridad en lo que se está haciendo. Así y todo, muchas veces se corre el riesgo de ser “limpiado” por el mercado, si el tiempo que tarda en darse cuenta de su error excede lo que puede aguantar en función de su reserva de capital. Como se ve, una opción no apta para cardíacos.

Dejar las emociones de lado: Sea más técnicos y menos emocional.

En el mercado no hay un solo camino que conduce al éxito, se puede llegar a él de una infinidad de maneras distintas, dada la multiplicidad de variables que intervienen. En mi caso particular, aprendí con el tiempo que las operaciones que mejor me salían eran aquellas en las que dejaba los sentimientos de lado.

¿Cómo se puede hacer para aislarse de los sentimientos, habida cuenta de que uno vive rodeado de noticias, comentarios de colegas, periódicos, etc.? Es posible asilarse de los sentimientos siendo lo más técnico posible, aprendiendo sobre Análisis Técnico y sus principales indicadores y osciladores.

De esta manera, las herramientas de esta corriente le dicen en qué momento comprar o vender, independientemente de la locura reinante. Se trata de trazar puntos técnicos de entrada o de salida en momentos de frialdad (ideal realizar los estudios cuando el mercado está cerrado y no durante la rueda de operaciones) y luego respetar, en momentos de tensión y nerviosismo, el plan ideado.
Operar mediante el análisis técnico le da más sustento a las operaciones y uno gana en la seguridad necesaria para capear la tormenta o surfear las olas.

Comportamiento de los índices NYSE y NASADAQ.

Hoy Martes 15/01/08 el índice NYSE cerró la jornada con una barra en forma de Z.
Bajo -267.17 puntos (-2.83 %) alcanzando 9172.17 puntos.



Hoy Martes 15/01/08 el índice NASDAQ cerró la jornada con una barra en forma de Z.
Bajo -60.71 puntos (-2.45 %) alcanzando 2417.59 puntos.

Indices NYSE y NASDAQ

El día Lunes 14/01/08 el índice NYSE cerró la jornada con una barra en forma de S.
Sumo 91.87 puntos mas (0.98 %) alcanzando los 9439.34 puntos.



El día Lunes 14/01/08 el índice NASDAQ cerró la jornada con una barra en forma de S.
Sumo 38.36 puntos mas (1.57 %) alcanzando los 2478.30 puntos.

Análisis de los índices NYSE y NASDAQ.

Hoy en índice NYSE finalizo la jornada con una barra en forma de S y marco 9490.76 puntos en un claro rebote de soporte que comenzó en la jornada de ayer y hoy dio movimiento de continuación.
Lamentablemente no cerró por encima de la media móvil de 7 días marcada en color azul como para buscar oportunidades al alza. Queda esperar que mañana cierre el día con otra barra S por encima de la media móvil de 7 días para entrar al mercado.
Dado que el mercado viene con una clara tendencia bajista es muy probable que este rebote busque la media móvil de 30 días y busque la próxima resistencia.


Hoy en índice NASDAQ finalizo la jornada con una barra en forma de S y marco 2488.52 puntos, al igual que el NYSE esta en un rebote de soporte.
Lo único que me preocupa es que hay una resistencia muy cerca y será cuestión de esperar como sigue la cotización.

Como administrar su portafolio en caso de una recesión global.

Fuente: Inversor Global.

Las últimas semanas han llegado plagadas de volatilidad e inestabilidad en los mercados, los indicadores económicos parecen estar mostrando un incremento en las posibilidades de recesión o, al menos, una desaceleración importante en la economía estadounidense. ¿Que opciones hay como inversores para enfrentar este posible escenario?

Por Andrés Cardenal, CFA



Quienes sigan con cierta regularidad la evolución de los mercados financieros internacionales, y las noticias económicas que determinan su evolución serán bien concientes de que últimamente las cosas han tomado un color un poco turbio.

La explosión de la burbuja inmobiliaria norteamericana, con la crisis crediticia que la acompaña, ha generado una serie de inconvenientes, no sólo en el sector financiero que debió afrontar importantes pérdidas a causa de créditos incobrables, si no también en otros sectores de la economía que sufren los efectos de una caída en el nivel general de actividad económica.

Así, algunos indicadores económicos importantes como los relacionados con los niveles de empleo y actividad están mostrando cierta debilidad, y los mercados reaccionan en consecuencia con caídas de precios e incrementos en la volatilidad.

Claramente, esto no es una ciencia del todo exacta y la evolución futura de las variables que suelen preocupar dependerá de las decisiones que tomen empresarios, consumidores y oficiales gubernamentales, y no pueden pronosticarse entonces con total certeza.

Sin embargo, más allá de si se produce o no un escenario negativo en los mercados, resulta más que conveniente tener una estrategia clara de acción en caso de tener que enfrentar estas dificultades.

Las formas en las que se puede trazar este plan de contingencia deben estar en total concordancia con nuestra filosofía de inversión. No existe un plan único para todo tipo de inversores, si no una serie de lineamientos que dependerán de nuestra visión sobre los mercados y nuestra manera de invertir.

Para eso, se pueden diferenciar a los inversores en dos grandes grupos y según estas características, las medidas a seguir para enfrentar una posible recesión serán bien diferentes.

Seguidores de tendencia: son los que buscan tomar posiciones en aquellos activos que mejor estén funcionando en el momento. Generalmente, se enfocan en sectores “hot” aquellos que están mostrando fuertes rendimientos y buena consideración por parte de la comunidad inversora.

Habitualmente, realizan un uso intensivo del análisis técnico para detectar las inversiones cuya tendencia al alza sea más pronunciada. Para estos inversores, la forma adecuada de enfrentar una desaceleración económica pasa por reducir posiciones a medida que aumenta la probabilidad y magnitud de una recesión. A medida que la tendencia positiva se hace más débil, reducir posiciones es la medida adecuada para reducir el riesgo del portafolio.

Inversores de valor: se trata de una filosofía bastante diferente a la anterior ya que son personas que pretenden “comprar barato”, aprovechar las bajas de mercado para tomar posiciones en aquellos activos cuyo precio sea menor a su valor intrínseco, y tener la paciencia de esperar que el mercado reconozca este valor realizando así sus ganancias.

Para este tipo de inversores, a medida que todo se desmorona, son mayores las posibilidades de encontrar buenas oportunidades de inversión. Cuando el miedo se apodera de los mercados, se hacen más abundantes las alternativas para encontrar activos cuyo valor sea subestimado por la mayoría. La lógica indica que deberían incrementar sus posiciones dado que existen mejores oportunidades.

Las formas en las cuales se pueden enfrentar posibles escenarios recesivos o de fuerte desaceleración económica dependerán, en forma directa, de la filosofía de inversión de cada uno. En el fondo, la clave está en ajustar las decisiones a la concepción que tenga de los mercados y estrategia de inversión.